Me cambiaron el estilo del Blog, también me ausenté.
Cambié de peso, cambié de estatura, cambié la edad, me dejé el cabello largo, dejé de estudiar religión aunque debería volver. Eso no es cambiar, es producción.
¿Cuántas veces le dijiste a tu amiga "Que cambiada estas eh" ?
Porque solo pasó de rubia a morocha.
Pero realmente no cambió, sigue siendo la misma pelotuda de siempre.
En realidad sí cambié, me di un espacio y tengo autoridad, se lo que me gusta y lo que no me gusta, y me doy el placer de decirlo, de aceptar o no, o sea, me doy el tupé de elegir.
Hacía años que me conformaba con lo poco y nada o lo que había, en todo ámbito, pero ahora aprendí a demandar. "Vos sí, vos no, yo quiero esto, yo quiero aquello, hago lo otro, hago lo que se me canta las pelotas".
Me di cuenta cual era el problema.. Tenía miedo.
Tenía miedo de pedir algo, que se me rechace, tenía miedo de ocupar un espacio, de molestar al otro, de jugar a un rol que no me correspondía, hoy directamente "Yo tengo el derecho de"
Sí, tengo el derecho de elegir y ser feliz con mi decisiones.
Pero debería dejar la harina, pero aún no tomé esa decisión.
por eso habíamos pactado ofrecernos el uno al otro, sino que hubiera lugar a dudas.
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